Los avances tecnológicos actuales, nos brindan herramientas para la mayoría de las  acciones que realizamos día a día. Hogares con «Google Home» donde las personas al despertar con la alarma del Smartphone, comienzan su jornada programando su música favorita, organizan su agenda o ponen recordatorios controlando dispositivos inteligentes en sus casas a través del reconocimiento de voz.

Toman su vehículo y activan el mapa para dirigirse a su trabajo mientras consultan cuál es la ruta con menos tráfico; durante el día leen en redes sociales las últimas noticias, o lo que hicieron sus amigos y familiares el fin de semana. En la oficina comparten tareas mediante un organizador digital, todo esto posible gracias a la conectividad disponible; a los datos abiertos, al internet.

El futuro de las sociedades, está en el aprovechamiento de la infraestructura y herramientas de innovación que permitan el crecimiento en materia de economía, salud, educación, actuar social, capacidad institucional o producción. La tecnología abre oportunidades a nuevas prácticas sociales, incluso para el uso gubernamental, donde la conectividad debe ser el punto clave para cerrar la brecha digital en nuestro país.

La evolución de los gobiernos, debe dirigirse hacia actividades más incluyentes, digitalmente disponibles, opciones para los ciudadanos de trámites y servicios en línea que no les generen una pérdida de tiempo o recursos, poniendo especial atención al acceso a internet en aquellas zonas con barreras sociodemográficas y económicas que no han logrado consolidar la conectividad. Logrado esto, deben implementarse programas de capacitación social que informen a la sociedad en materia de digitalización.

Según UIT en noviembre 2017, a través de un artículo difundido por “El Economista” México avanzó tres posiciones con respecto al año pasado en el Índice de Desarrollo de las TIC elaborado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), posicionándolo en el lugar 87 de 176 economías en el mundo y como una de las nueve economías más dinámicas de América.

Dicho informe reveló también un aumento de 20% en el número de hogares en México con servicio de Internet, con lo cual México pasó de 39.2% de hogares con servicio de Internet en 2016 a 47% en 2017.

Aún falta camino por recorrer y cada gobierno debe gestionar el fortalecimiento de su conectividad: trampolín de desarrollo que promoverá la cercanía entre instituciones y personas con el uso adecuado de la información.